Con más de 12 años en el circuito, el oriundo de Temuco sigue consolidándose como uno de los mejores de la zona sur tras clasificar al CNP EPS Coquimbo 2016 6h6347

Pucón parece sentarle bien a Christian Jotar. El pasado 11 de junio registró su tercera clasificación este año a un Evento Principal del Campeonato Nacional, luego de consagrarse en un nuevo Satélite de la Enjoy Poker Series y reservar silla en la Segunda Fecha del CNP 2016 que se jugará en Coquimbo este fin de semana. Consumada su victoria, se dio unos momentos para conversar con PokerChile.cl y trasmitirnos su rica experiencia, la que compartimos con mucho cariño como una manera de desearle éxito en los heads-up de los torneos y también en el de la vida. 63s17

¿Hace cuánto te dedicas al póker y dónde empezó todo?

¡Son muchos años! Empecé acá en Pucón cuando los torneos se jugaban disfrazados de vaqueros, representando el lejano oeste americano. Los crupier, jefes de mesa y anfitriones andaban vestidos de “cowboys”, con pistolas y sombreros, era muy entretenido. Fue cuando el casino antiguo se quemó, el mejor y más bonito que ha tenido Enjoy en Chile. Deben ser por lo menos 12 años, de ahí que no he parado.

¿Cómo llegaste al mundo del póker?

Toda la vida fui jugador, hasta de bolitas cuando niño (risas). Partí jugando fútbol. Fue mi pasión durante mucho tiempo hasta que el físico me lo permitió. Después comencé a jugar pool, llegué a las cartas, descubrí el póker y quiero seguir jugándolo hasta que me muera. De hecho, creo que me voy a morir en una mesa de póker, es todo para mí, lo que más me apasiona.

Como jugador experimentado, que ha sido regular en el circuito por tantos años, ¿cuál crees que es la fórmula para renovarse en el éxito?

La suerte juega un papel fundamental, hay que reconocerlo. He ganado manos imposibles gracias a ella. Pero todos los días se aprende algo nuevo en el póker; hay que aprovechar la posición y saber contra quién estás jugando. Tienes la primera y segunda ciega para analizar a los rivales que enfrentas en la mesa. Por ejemplo, con los buenos jugadores, como Oscar Alache, Leo Otazo, Amos Ben o el “Zorrito” Quezada, no puedes regalar fichas, porque te pinchan y te matan.

¿Y cómo juegas contras los mejores?

Nunca entras pagando, foldeas o subes fuerte, porque si pones una ciega en la mesa te van a matar. Contras los mejores hay que ser agresivo, sino te pasean. Eso lo aprendí cuando un jugador importante de Chile me mostró su mano para burlarse de cómo había estado robándome fichas todo el torneo. Recogí la lección, tuve una lectura clara del rival y de ahí en más lo paseé. A la mayoría de los que juegan en Temuco les he enseñado yo. Hace cuatro o cinco años recuerdo que en la zona hubo ocho clasificatorios para el LAPT, gané siete y fui burbuja en el otro. Lo divertido es que me llamaban de todas partes para encargarme inscripciones. ¡Hasta de Santiago! Conozco a lo que vienen a jugar acá, sé cómo enfrentarlos. No creo que sea una fórmula, porque en este deporte aprendes algo nuevo cada día, pero es clave la lectura que uno tiene de los que se sientan en la mesa contigo.

¿Cuáles son tus próximos desafíos en el póker?

Seguir jugando. Como te dije, creo que moriré en una mesa, no podría vivir sin jugar, es lo que me distrae de las preocupaciones y me apasiona al máximo. Organizamos un club en Temuco, más bien un garito, porque la normativa en Chile es absurda, hay que estar siempre burlando la ley e inventando fachadas. Tienes que hacer un Club Social y Deportivo de rayuela o dominó e incorporar el póker como una actividad más, para no llamar la atención. Por ejemplo, nosotros jugamos torneos de 20 mil pesos y está penado por la legislación chilena. Una vez llegaron a detenernos 20 vehículos de la PDI, con perros policiales y todo un operativo, nos trataron como verdaderos delincuentes. Hace tres meses que nos seguían, por jugar póker, ¡es estúpido!

¿Qué crees que podemos hacer los que amamos este deporte para cambiar esa mentalidad?

Es poco lo que se puede hacer contra la ley, tener ingenio y buscar la forma de seguir jugando, pero no hay que ir más a los casinos, todos los que van están “secos”, endeudados hasta el cuello. Grandes jugadores del circuito chileno, que han ganado torneos acá y afuera, tienen que ser financiados por otros, porque no les queda ni un peso. Le pegan a un buen cobro, se vuelven locos y esa misma noche gastan el doble en las mesas del casino. Me incluyo dentro de ese lote, antes hacía lo mismo, pero uno va aprendiendo con los años a ser más organizado y responsable.

Artículos Relacionados 4r2f16

  • article placeholder
  • article placeholder