Si un jugador de poker quiere mantener una ventaja sobre el resto, debe cambiar con los tiempos. Hoy en día, un estilo que tenía éxito hace sólo un año, puede estar ya anticuado. 3v4b6i
Sin embargo, en el mundo del poker (como en el mundo de la moda), hay clásicos de todos los tiempos: el vestidito negro para la mujer; el traje de rayas para el hombre; el juego tight/aggresivo en las mesas de poker. Es cierto que es menos probable que este tipo de jugador le de un gran golpe a alguien, pero a su vez es menos probable que sea eliminado del torneo.
Dan Harrington describe este estilo en su formidable libro “Harrington On Hold ’em”, y como resultado, se convirtió rápidamente en estándar internacional. Los jugadores de torneos verdaderamente inteligentes de hoy en día, sin embargo, rápidamente se deshicieron de los libros y como resultado el poker moderno no tiene una estrategia dominante. Loose/agresivo está de moda en este momento y jugar fuera de posición se ha convertido en el Santo Grial. Pero una y otra vez las estrategias regresan a la esencia del poker: apostar con una mano fuerte y rendirse con una mano mala o difícil de categorizar.
Tan pronto como se reflexiona sobre esto, concentrando las apuestas únicamente en “valor” en lugar de en bluffs, el buen jugador gana una y otra vez con un juego tight/agresivo. ¿Y por qué no?
Los Buenos jugadores no hacen jugadas simplemente porque quieren o para mostrar que pueden. Hacen jugadas porque representan las decisiones óptimas. En última instancia, una competición sobre toma de decisiones, y quien toma consistentemente las mejores decisiones, gana, sin importar con qué vestido de fiesta entra en la fiesta.
Los tomadores de riesgos se juegan al azar, los expertos calculan.
Fuente: Stephan Kalhamer