La historia: un hombre hereda una empresa de juguetes y la vende a US$127 millones. El sueño del pibe. Tiene plata para el resto de su vida, para ir a viajar, tomar margaritas en una isla paradisiaca y olvidarse de todo. 5l105t
La querría cualquiera de nosotros, ¿o no? Sin embargo, Terrrance Watanabe no le encuentra mucha gracia a esto y prefiere ir a pasarlo bien a Las Vegas. El caballero se toma algunas copas demás y pasa de casino en casino, apostando como si no hubiera mañana y pierde millones de dólares en el proceso.
Y no pierde unos milloncitos, nada más… pierde ¡¡US$825 millones!! Es decir, toda su fortuna y créditos de todos los tipos que uno se pueda imaginar (no es muy claro de donde sacó tanta plata así como si nada).
Endeudado y desesperado como sólo podemos comenzar a imaginar, Watanabe demanda a diversos establecimientos, tales como el Rio y el Ceasar’s Palace. ¿La razón? Lo dejaron jugar cantidades absurdas sin tomar en cuenta su evidente estado de ebriedad y el hecho de que tenía conciencia de sus actos.
Realmente es un tema muy discutible, dado que la decisión de apostar fue suya, pero los casinos, viendo que estaba cometiendo verdaderas locuras no hicieron nada por detenerlo. Un tópico que, sin duda, vale la pena debatir. ¿Cuál es tu opinión?
Fuentes: Poker-Red.com, Bluff Europe.