Si no lo sabías, en diciembre del año pasado un hombre entró con la cara tapada y armado con unapistola al Bellagio en Las Vegas y se llevó cerca de US$1,5 millones. Mucho dinero. El problema es que no logró llevarse un sólo dólar, sino que el valor anterior era sólo en fichas, las que lograría vender sin mayor problema en el mercado negro, aunque sin duda por un valor bastante inferior al valor real. 5l614
Bueno, pero como la mayoría de estos criminales, lo encontraron y lo arrestaron el miércoles en la noche. El hombre misterioso se llama Anthony Michael Carleo, tiene 29 años y, para colmo, es hijo de un juez municipal de Las Vegas.
La policía lo atrapó usando el truco más antiguo – pero efectivo – de la historia: con agentes encubiertos que decían ser jugadores que querían comprar fichas de alto valor que se robó durante el atraco.
Como si no fuera suficiente, el cara de palo se estaba quedando desde hace un tiempo en el propio Bellagio, el mismo lugar que robó. Si uno lo piensa bien, esto último es hasta inteligente, ya que es el último lugar que alguien pensaría en buscarlo.
Sin embargo, mientras se quedó ahí fue cambiando de a poquito sus fichas en la caja. Pero como el ladrón se llevó muchas fichas de US$25 mil, el casino decidió cambiar repentinamente todas las fichas con ese valor por otras y, en ese momento, todo el que no quisiera quedarse con una ficha antigua y sin valor, debería cambiarla pronto. Y los casinos conocen a sus clientes y saben quienes poseen muchas fichas de ese valor. En el momento que apareciera alguien con muchas fichas con ese valor que el casino no conociera, entraría en la lista de sospechosos.
Tal como lo planeó el casino, Carleo sí cambió las fichas en cuestión y, desde ese momento, se convirtió en uno de los principales sospechosos. Entonces, la policía realizó el procedimiento de agentes encubiertos y lograron hacer el arresto. Una vez atrapados, la policía le informó que tambiñen es el principal sospechoso del robo a otro casino: el Suncoast Casino, que fue robado una semana antes.
Ambos robos fueron muy similares, pero en el primer robo sólo se llevó US$20.000.